Con el pepino en la mano

Como no puedo con mi alma y estoy exhausta tras haberme tirado 10 días descojonándome a todas horas, me voy a dormir.

Pero antes, dejo aquí un video que resume perfectamente el espíritu general de las vacaciones.

Besis!

Con el pepino en la mano

Como no puedo con mi alma y estoy exhausta tras haberme tirado 10 días descojonándome a todas horas, me voy a dormir.

Pero antes, dejo aquí un video que resume perfectamente el espíritu general de las vacaciones.

Besis!

Loleos andaluces

Lo más destacable de las vacaciones ha sido el mal tiempo y el buen humor.

Esto, bien mirado, demuestra nuestra capacidad para ser felices, aunque se nos caiga el cielo sobre las cabezas.

Tengamos en cuenta, además, que el objetivo (teórico) del viaje era escalar, y el sub-objetivo (teórico también) era hacer surf. Para escalar es imprescindible que no llueva, y que haga buena temperatura, que coger regletas minúsculas a 700 ºC bajo cero duele mucho. Y para el surf, que llueva casi que da igual porque mojadita ya estás, pero...¡joder qué frío hace a pesar del neopreno!.

Además, no olvidemos que desde el viernes 30 hasta el miércoles 4 no nos duchamos, dormimos hacinados en furgonetas y nos alimentamos dos veces al día, pasamos penurias, frío, hambre de los infiernos y dolores varios, cierta alegría intestinal y la siempre bien recibida menstruación...

Pues, a pesar de todo eso, en la vida me he reído más.

Como dice mi abuela, “nena, siempre serás feliz, porque mira que te conformas con poco”.

Relatemos:

Jueves 29: las estupendas y siempre encantadoras Colette y Lol V. se dirigen sonrientes a la T4 para recoger al Freeke y al Capitán Hormona, que vuelven de escalar en Kalymnos (cómo les compadecemos). Entre pitos y flutes llegamos a casa tardecín, tardecín. Empezamos mal.

Viernes 30: el Freeke se va a recoger su nueva California d.p.m. Para cuando la trae, está todo preparado. En una hora la tenemos llena, y partimos hacia Jaen, tierra de olivas y de jienenses. Allí nos encontramos con el resto del grupo: Jerónimo y Colette en la furgo, Pat y Javi en su coche con la cama en la baca. Nos vamos a montar el campamento al monte, y cuando estamos a punto de morir congelados y decidimos irnos a dormir bajo mil mantas, aparecen unos pibes curiosísimos, uno de ellos calvo, gordo y sin nariz, el otro mudo, que nos preguntan si somos escaladores o si venimos a expoliar nidos de rapaces. La respuesta, claro, fue la segunda, pues de coña parecía la pregunta. Pero no, resulta que hay una panda de hijos de la gran puta que se dedican a escalar (o descolgarse desde arriba, más bien) para acceder a los nidos de rapaces y robar los huevos; incluso han llegado a robar los polluelos. El pibe sin nariz y su colega el mudo pertenecen a una asociación de protección de las rapaces y los pobres tienen que hacer turnos para vigilar los nidos. Se habían enterado de que había una concentración de escaladores por la zona (nosotros ni los vimos, ni falta que nos importa, que ya se sabe que a pie de vía cuantos menos seamos, mejor) y venían a avisar. Se hicieron grandes amigos de Jerónimo y de Javi, y en sus conversaciones juro que oí la siguiente frase: “con brotes tiernos de crataegus monogyna se hace una tortillita buenísima”. Yo no haré comentarios, pero pa que luego digan. Ja!

Sábado 31: con el ánimo jubiloso nos vamos a escalar a Recuchillos. Diluvio, frío, el Freeke se encadena una vía que se llama “La Nariz” y nos largamos por aquello de evitar la congelación.

Hay que destacar que el último tramo del trayecto, desde el Valle de Abdalajís hasta el Chorro lo hacemos por una carretera pa matarse, en la que Colette, intrépida pilota, casi esnafra la furgoneta. No llegó la blood to the river.

Continuará.... en el Chorro, PARAJE NATURAL!